- Detección de
signos y síntomas de cistitis y hematuria, así como de obstrucción de la sonda
y coágulos.
- Mantener un
balance hídrico adecuado.
- Observar lesiones
en el aparato urinario.
- Llevar a cabo el
lavado de la sonda.
- Tener en cuenta
la repercusión psicológica en el paciente .
- Asegurar siempre
un flujo de orina descendente y continuo.
- Se fijará con
esparadrapo hipoalergénico a la zona púbica y la bolsa de diuresis se colocará
a la altura del gemelo. Nunca debe elevar la bolsa de por encima de la cintura.
- Educar al
personal y al paciente en los cuidados higiénicos necesarios en caso de que se
vaya a casa, como con nuestro paciente.
- Evitar el uso de
tapones salvo indicación médica.
- Observar si hay
aumento de sedimento en orina o cambios en el color y olor.
- Espasmos
vesicales que no desaparecen.
- Ardor al orinar.
- Evitar que la bolsa
esté aplastada o la sonda pinzada.
- Cálculos en la
sonda vesical o la bolsa de drenaje.
- En cuanto a la
dieta e ingesta de medicamentos debemos tener en cuenta varios puntos como, la
elevación del pH urinario después de la ingestión de preparaciones
efervescentes y la ingesta inadecuada o errática de líquidos pueden ser
factores contribuyentes evitables.
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