Las traqueotomías suelen ser seguras, pero conllevan algunos riesgos. Lo más probable es que algunas complicaciones se presenten durante la cirugía o poco después. El riesgo de dichas complicaciones aumenta en gran medida cuando la traqueotomía se realiza como un procedimiento de emergencia. Algunas de las complicaciones inmediatas son:
- Sangrado
- Daño en la tráquea
- Aire atrapado en el tejido debajo de la piel del cuello (enfisema subcutáneo), que puede causar problemas de respiración y daño en la tráquea o el esófago
- Acumulación de aire entre la pared del tórax y los pulmones (neumotórax), que produce dolor, problemas de respiración o colapso pulmonar
- Se puede acumular sangre (hematoma) en el cuello y comprimir la tráquea, lo cual produce problemas de respiración
- Mala colocación o desplazamiento del tubo de traqueotomía
- Desplazamiento del tubo de traqueotomía de la tráquea
- Estrechamiento de la tráquea
- Formación de tejido anormal en la tráquea
- Obstrucción del tubo de traqueotomía
- Desarrollo de un pasaje anormal entre la tráquea y el esófago (fístula), que puede aumentar el riesgo de que ingresen líquidos o alimentos en los pulmones
- Desarrollo de un pasaje entre la tráquea y la arteria innominada (fístula traqueoinnominada), que puede generar un sangrado potencialmente mortal
- Infección
- Colonización bacteriana, que puede causar enfermedades, como neumonía
Si aún se necesita la traqueotomía después de recibir el alta del hospital, el paciente debe asistir a consultas regulares para controlar las posibles complicaciones. También debe recibir instrucciones para saber cuándo llamar al médico en el caso de que presente problemas, como:
- Sangrado en la zona de la traqueotomía o en la tráquea
- Dificultad para respirar a través del tubo
- Dolor o cambio en el nivel de comodidad
- Enrojecimiento
- Hinchazón
- Cambio en la posición del tubo de traqueotomía